El blanco roto de fondo y el mallado de madera destacan en el acabado de esta puerta, cuya elegancia la hace especialmente concebida para crear un espacio luminoso y muy relajante. La vivienda adquiere un aire fresco, con un toque muy mediterráneo y una gran sensación de amplitud en todas las estancias.
Esta puerta, que resalta por su elegancia sin estridencias, es ideal para combinar con paredes pintadas en tonos neutros que le ceden todo el protagonismo.